Nativo de Carolina del Norte, fervoroso en su fé cristiana y su amor por los demás, el Dr. Feinberg descubrió la quiropráctica como una oportunidad profesional durante el año que estudió español en Costa Rica. A su regreso a los Estados Unidos, se encendió su pasión por la atención quiropráctica como un vehículo para una mayor expresión de salud y bienestar.